La introspección de un extraño
Analizo mis conductas como si fueran hechas por alguien a quien necesito conocer para aliarme y así obtener éxito en mis conquistas de vida, ya sean estas honestas o no, vocacionales o forzadas. Del mismo modo, el cuerpo, con su autonomía propia, me marca el rumbo que debo inexorablemente seguir a lo largo de los años, encontrando en la intersección de este diálogo aquello que puedo decir luego que soy, siendo yo alguien alejado de ambos.
Esta podría ser una forma de análisis, el viaje interno de un extraño, observando mi interior del mismo modo que observo lo exterior, o sea, algo que no soy pero que paradójicamente es lo que soy. Por lo tanto, lo interesante es que podríamos decir que lo exterior a mí, mis vínculos y escenarios de vida, los observo y analizo del mismo modo que analizo mi interior, donde lo exterior e interior tienen la misma distancia de mí, donde un viaje de introspección es igual a un viaje de extrospección, siendo yo el que está en medio y distante de ambos.
Ahora bien, siguiendo con este análisis, que no es otra cosa que una ilusión de fragmentación de la que soy consciente de su carácter relativo, si a estas tres partes -interior, yo, exterior- le quitamos el yo, lo que sucedería es que no habría interior-exterior porque justamente es el yo el que crea esta diferencia. Como consecuencia, podríamos decir que interior y exterior son lo mismo, o mejor aún, que no hay diferencias porque no hay partes, que naturaleza e inconsciente son indisolubles, que lo que sucede afuera y lo que sucede adentro es lo mismo o, mejor dicho: que lo que sucede carece de marcos de separatividad entre adentro y afuera.
Si nuestro análisis es correcto, los escenarios de vida, los vínculos, o sea, lo que llamamos destino, no poseen diferencias con lo que sucede en este adentro que soy, siendo la escena donde actúo como actor conjuntamente con la pieza teatral y elenco un fractal idéntico de lo que sucede dentro de mí, obviamente encriptado en lenguaje simbólico, aunque es cierto que hay veces que es mucho más fácil de ver alcanzado casi la literalidad.
Es por esto que actuar, en su sentido más profundo, es encarnar aquel personaje que cree que no es, pero actúa para ser. Del mismo modo, la astrología me muestra que no soy quien la observa, en cuanto que quien actúa es solo una parte de una gran puesta en escena que podríamos llamar carta natal. ¿Qué guiones, escenarios y elencos habitan en la carta natal que sos?
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